Se va a llevar a cabo esta terapia con enfermos de cáncer (actuales o
antiguos), basada en la consideración de lo psicológico como causa, no
sólo como efecto del diagnóstico o de las intervenciones médicas. Por
tanto, se pretende contribuir, no sólo a aumentar la calidad de vida, sino
también, junto a los tratamientos médicos, a controlar el desarrollo de la
enfermedad o incluso alcanzar la remisión de la misma. Para los antiguos
enfermos, el objetivo sería la prevención de recaidas.
Se fundamenta en la investigación científica que
apoya la hipótesis de la supresión del sistema inmunológico como explicación
del desarrollo de la enfermedad. Existen numerosos estudios que confirman que
el estrés crónico (mantenido durante mucho tiempo) anula la capacidad del
sistema inmunológico para vigilar la producción de células cancerígenas y
destruirlas. También se conocen los factores psicológicos que son
característicos de las personas que sufren esta enfermedad y que generan estrés
crónico.
Con estos fundamentos teóricos, se ha diseñado este
programa psicoterapéutico en grupo y muy estructurado. En la primera
parte de la terapia se pretende amplificar la conciencia sobre uno mismo,
sobre el propio funcionamiento psicológico y social en el pasado. Para
ello, se adiestra a los participantes en las técnicas de meditación, como
instrumento fundamental, durante toda la terapia, para alcanzar dicho
autoconocimiento. Si asistieras tú, en esta primera parte y con la adecuada
orientación terapéutica, podrías:
·
Conectar
con tu yo más profundo.
·
Aumentar
la conciencia de tus emociones y aceptarlas, para que estén a tu servicio y no
se apoderen de tí.
·
Disolver
bloqueos emocionales derivados de acontecimientos del pasado.
·
Descubrir
los patrones de pensar, sentir y actuar, que se repiten de forma automática e inconsciente ante situaciones
estresantes, ocasionando un sufrimiento mental más intenso y prolongado, y una
insatisfacción crónica de las propias necesidades.
·
Desidentificarte
de dichos patrones para liberarte de ellos.
La segunda parte de
la terapia se asoma a un futuro, que, por ser necesario, ha de ser
esperanzador. Por eso, se centra en la acción, en el cambio, en el compromiso y
en la construcción de uno mismo según las posibilidades ideales:
·
Descubrir
cuáles son tus necesidades psicológicas y espirituales.
·
Adquirir
un mayor compromiso contigo mismo, y por tanto, con la satisfacción de tus
necesidades.
·
Orientar
tu conducta para resolver problemas con los demás.
·
Dar
un significado a tu vida para que ésta prevalezca.
Si logras todo esto, esa inteligencia superior que
está en lo más profundo de tí mismo y que rige tu cuerpo, pondrá en marcha los
procesos biológicos curativos que necesitas para vencer a la enfermedad.