lunes, 10 de octubre de 2011

PSICOTERAPIA Y MEDITACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ENFERMOS CON CÁNCER


Se va a llevar a cabo esta terapia con enfermos de cáncer (actuales o antiguos), basada en la consideración de lo psicológico como causa, no sólo como efecto del diagnóstico o de las intervenciones médicas. Por tanto, se pretende contribuir, no sólo a aumentar la calidad de vida, sino también, junto a los tratamientos médicos, a controlar el desarrollo de la enfermedad o incluso alcanzar la remisión de la misma. Para los antiguos enfermos, el objetivo sería la prevención de recaidas.

Se fundamenta en la investigación científica que apoya la hipótesis de la supresión del sistema inmunológico como explicación del desarrollo de la enfermedad. Existen numerosos estudios que confirman que el estrés crónico (mantenido durante mucho tiempo) anula la capacidad del sistema inmunológico para vigilar la producción de células cancerígenas y destruirlas. También se conocen los factores psicológicos que son característicos de las personas que sufren esta enfermedad y que generan estrés crónico.

Con estos fundamentos teóricos, se ha diseñado este programa psicoterapéutico en grupo y muy estructurado. En la primera parte de la terapia se pretende amplificar la conciencia sobre uno mismo, sobre el propio funcionamiento psicológico y social en el pasado. Para ello, se adiestra a los participantes en las técnicas de meditación, como instrumento fundamental, durante toda la terapia, para alcanzar dicho autoconocimiento. Si asistieras tú, en esta primera parte y con la adecuada orientación terapéutica, podrías:
·                     Conectar con tu yo más profundo.
·                     Aumentar la conciencia de tus emociones y aceptarlas, para que estén a tu servicio y no se apoderen de tí.
·                     Disolver bloqueos emocionales derivados de acontecimientos del pasado.
·                     Descubrir los patrones de pensar, sentir y actuar, que se repiten de forma automática e inconsciente ante situaciones estresantes, ocasionando un sufrimiento mental más intenso y prolongado, y una insatisfacción crónica de las propias necesidades.
·                     Desidentificarte de dichos patrones para liberarte de ellos.

La segunda parte de la terapia se asoma a un futuro, que, por ser necesario, ha de ser esperanzador. Por eso, se centra en la acción, en el cambio, en el compromiso y en la construcción de uno mismo según las posibilidades ideales:
·                     Descubrir cuáles son tus necesidades psicológicas y espirituales.
·                     Adquirir un mayor compromiso contigo mismo, y por tanto, con la satisfacción de tus necesidades.
·                     Orientar tu conducta para resolver problemas con los demás.
·                     Dar un significado a tu vida para que ésta prevalezca.

Si logras todo esto, esa inteligencia superior que está en lo más profundo de tí mismo y que rige tu cuerpo, pondrá en marcha los procesos biológicos curativos que necesitas para vencer a la enfermedad.